domingo, 7 de febrero de 2021

Rosquillas de Anís y Limón

 


Pues volvemos con otra receta!!! Se acercan los carnavales y es tiempo de rosquillas, orejas, filloas y un largo etc. de dulces típicos. Pero hoy os traigo unas rosquillas que os van a chiflar de lo buenas que están y de lo fáciles que son de hacer. 
Para ésta receta lo único que vamos a necesitar es un poco de paciencia para los levados nada más. El resultado es una rosquilla muy aromática, que hará las delicias de los paladares más exquisitos.
Ahh!!! Y ya os aviso que alguna receta más caerá en relación con el carnaval, aún estoy indecisa, pero algo más se hará.
Así que como digo siempre, al lío!!!


Ingredientes


5 huevos tamaño M
100 ml de Anís
15 gr de Anís en grano o Matalahúva
2 limones rallados y exprimidos de tamaño medio
100 ml de agua
250 gr de azúcar
40 gr de miel
10 gr de sal
10 gr de levadura seca
1 kg de harina de fuerza
100 gr de manteca de vaca 
Azúcar extra para rebozar las rosquillas

Elaboración


Comenzaremos elaborando un pre fermento, esto nos ayudará a que nuestras rosquillas sean más esponjosas y se conserven tiernas durante unos días. Para ello en un bol pequeño colocamos los 100 ml de agua, los 10 gr de levadura seca y 150 gr de la harina. Mezclamos todo  hasta conseguir una mezcla homogénea, nos quedará como una bola de masa, la tapamos con filma transparente y la dejamos reposar en un lugar cálido alejado de corrientes durante una media. la bola de masa se transforma en una especie de papilla toda llena de burbujas y aumentará de tamaño. Estará listo para usarse.
En el bol del robot amasador colocamos el resto de ingredientes: la sal, la harina restante, el azúcar, la miel, el Anís, la ralladura y el zumo de limón, los huevos y la manteca, que previamente habremos derretido en el microondas y dejado atemperar un poco antes de añadirla a la mezcla. Ponemos en marcha a velocidad baja el robot para que la mezcla se vaya integrando, cuando esté bien integrada añadimos el pre fermento y continuamos a masando a velocidad media. En este pasa es muy importante que tengáis paciencia, ya que según se vaya integrando el pre fermento en la masa ésta irá cambiando su textura y según se vaya amasando se volverá más suave y elástica, al tacto apenas pegajosa. Sabremos que esta lista por que se empezará a despegar de las paredes del bol.
La pasamos a un recipiente previamente engrasado, la cubrimos con film transparente y dejamos descansar hasta que doble su volumen. Ahora en invierno en las casas la temperatura es más baja, yo lo que hago es encenderle la luz al horno y meter el bol dentro, cierro la puerta y listo. La bombilla del horno le dará la suficiente calor a la masa pasa leudar como si fuera verano, ya que el calor de la bombilla se retiene en un espacio muy pequeño y cerrado. OJO, sólo la luz del horno, horno apagado!!!
Una vez la masa haya doblado su volumen, la pasamos a la mesa de trabajo enharinada y le damos un suave amasado para desgasificar. Dejamos reposar la masa 10-15 min tapada, para que al trabajarla no se encoja. Ahora vamos con el formado de las rosquillas.
Yo mientras la masa reposa corto unos cuadrados de papel de horno un poco más grandes del tamaño de la rosquilla que voy a hacer, hago éstos cuadraditos individuales para que después me sea más fácil freír las rosquillas.
Las rosquillas se pueden hacer de dos maneras: o bien con un cortador tipo donut, estiramos la masa con un grosor de casi 1 cm y cortamos las rosquillas y las pasamos a cada papelito, los recortes los volvemos a amasar y repetimos el proceso. También podemos hacer las rosquillas cogiendo pequeñas porciones de masa, la boleamos y con el dedo le hacemos un agujero, lo agrandamos un poco y las pasamos a los papeles de horno.
Una vez estén todas las rosquilla formadas las volvemos a dejar reposar hasta que doblen su volumen.
Ahora vamos a freírlas, yo para ello cogí un cazo  y lo llené de aceite de girasol con que las rosquillas flotasen, un cazo pequeño ya que las hago de dos en dos para evitar que me baje mucho la temperatura del aceite y las rosquillas queden aceitosas. Las haremos a fuego medio, yo tengo un termómetro de cocina y el aceite está perfecto para empezar cuando llega a los 170º, si no tenéis no pasa nada iréis a ojo, al echar la rosquilla ésta se sumergirá y en unos segundos volverá a la superficie y comenzará a dorarse, entonces estará listo.
Como os comentaba yo a cada rosquilla de pongo un trocito de papel de horno individual, es para no manipular las rosquillas y que se me deformen, cuando el aceite está listo lo que hago es meter la rosquilla con el papel individual en el aceite, éste se desprende en unos segundos y lo retiro con unas pinzas, doro la rosquillas por ambos lados y la paso a un plato con papel absorbente, la dejo un ratito en el y la rebozo en azúcar, es muy importante que la rosquilla no pierda el calor antes de rebozarla si no el azúcar no se adhiere a la rosquilla. Y como os decía voy haciendo de dos en dos.
Una vez rebozadas las dejo que se enfríen por completo sobre una rejilla y para conservarlas las guardo en una lata que tengo o en un recipiente hermético.



Las rosquillas que os salgan dependerá un poco del tamaño que hagáis, yo las hice con un cortador de donut y me salieron unas 3 docenas. Éstas rosquillas admiten variantes, si queréis unas rosquillas de naranja cambiamos el Anís por Cointreau, y el limón por la naranja y suprimimos el Anís en grano. Si no le queréis añadir alcohol, podéis sustituir la cantidad por leche.
















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