Muy buenas!
Ya lo sé, estás alucinando con ésta monería de tarta y la verdad es que no es para menos, ya te adelanto que en cuanto la pruebes te vas a rendir ante ésta delicia. La receta aunque a simple vista te parezca complicada para nada lo es, bien es cierto que yo omito hacer un hojaldre casero, la hago con una masa de hojaldre de mantequilla comprado. Aún así el resultado es espectacular.
O acaso no te has fijado en ese conejo tan cuqui que me he marcado, lo que no sabes es que para mi ha sido más complicado dibujarlo y recortarlo que hacer la tarta, jajajajaja...
Eso sí, antes de ir con la receta te voy a contar un poco de la historia de ésta Tarta de Pascua Suiza o Osterfladen.
Según Patrimoine Culinaire Suisse, las primeras tartas parecidas a las actuales Osterfladen ( alemana ) o Gâteau de Pâques ( francesa ) pueden haberse elaborado ya en el siglo XVI. Se ha descubierto que varias fuentes señalan a Basilea, Suiza, como su lugar de nacimiento. Estas tartas suizas para la temporada de Pascua generalmente contienen arroz o sémola.
En mi caso me decanto por la sémola y una fina capa de mermelada de albaricoque, ya que hace una tarta más ligera. Cabe destacar también que muchos Osterfladen contienen pasas, aunque yo he optado por hacerlo sin ellas.
Ahora vamos con la receta.
Ingredientes para un molde de 24 cm
1 masa de hojaldre de mantequilla redonda
3 cucharadas de mermelada de albaricoque
200 ml de nata 35% M.G.
200 ml de leche entera
25 g de mantequilla sin sal
35 g de sémola de maiz
3 yemas de huevo M
100 g de azúcar
la ralladura de 1 limón + 1 cucharada de jugo de limón
100 g de almendra molida
3 claras de huevo M
1 pizca de sal
azúcar glas para decorar
Elaboración
Lo primero que harás será forrar un molde de 24 cm con papel de horno, luego coloca sobre él el hojaldre, pincha la masa de hojaldre con un tenedor para evitar que se formen burbujas de aire en la masa durante el horneado.
A continuación esparce 3 cucharadas de mermelada de albaricoque sobre la masa y lleva al frigorífico para que se enfríe mientras preparas el relleno.
Coloca la leche, la nata, la sémola y la mantequilla en un cazo mediano a fuego medio. Remueve constantemente hasta que la mezcla hierva, luego baja a a fuego bajo y continúa removiendo hasta que la mezcla espese. Una vez que la mezcla haya espesado retira del fuego y deja enfriar.
Mientras la mezcla de sémola se enfría , mezcla las yemas de huevo, el azúcar, el jugo de limón y la ralladura hasta que estén completamente integrados. Por último incorpora las almendras molidas e integra.
Recupera la mezcla de sémola que se estaba enfriando y bate para que tenga una textura suave y sin grumos. Incorpora la mezcla de sémola a la mezcla de las yemas de huevo, revolviendo constantemente para evitar que los huevos se cuajen. Deja de lado.
Precalienta el horno a 180ºC.
En un bol añade las claras de nieve y una pizca de sal. Con la ayuda de una batidora bate las claras hasta que formen picos rígidos. Añade las claras con cuidado a la mezcla de sémola y huevo, hazlo con movimientos suaves y envolventes hasta que estén bien integradas.
Retira la masa de hojaldre del frigorífico y vierte el relleno de forma uniforme en el molde. Recorta el exceso de masa de hojaldre. Yo la recorto 1 cm por encima de la masa.
Hornee durante 40 minutos, pasado éste tiempo retira del horno, deja enfriar durante 10 minutos en el molde y luego desmolda. Deja que se enfríe por completo sobre una rejilla. Observarás que al enfriarse se desinflará ligeramente, pero es normal.
Por último haz una plantilla con la forma que más te guste, en mi caso he escogido un conejo. Por último espolvorea la plantilla con azúcar glas para decorar el dibujo.
Y lista para disfrutar! Espero que te haya gustado la receta, si es así déjame un comentario y comparte!
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Me ha rechifladooooo👏👏👏
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